martes, 17 de marzo de 2009

Mudanza

Confuso, así es como uno describe lo que muchas veces transmite con palabras, no es que no sea capaz de transmitirlo de una manera clara, aunque quiza esa sea la verdadera razón, es que a veces la mente se nubla al momento de escribir. La neblina en la dicción de nuestras palabras normalmente es debida, al menos en mi caso, a circunstancias como las de este momento, estamos ebrios. Preguntaría un viejo poeta frances (ya saben cual), ebrios de que, de vino, de poesía, de virtud... Hoy, en este momento la respuesta es de sustancias etilicas, y tal vez, solo tal vez de amor. Publicaré a continuación uno de mis últimos poemas, tal vez en lo estético no sea de lo mejor que he escrito, pero es algo que siento profundamente en el fondo (disculpen los amantes de la forma). Amigos, si se dicen mis amigos, comenten algo, tal vez en mis 5 sentidos no compartiría esto con uds, pero en las circunstancias de este lapso pido al futuro tiempo escuchar comenterios, de antemano gracias, sobre todo a la musa de mi ultima poesía, que casi aseguraria no lee este blog.

XII MUDANZA

Si, es hora de retirar los residuos
borrar las partículas de tú ser
borrarlas de mis suspiros nocturnos
de mis áridas evocaciones.

Dejar que el agua de la regadera
arranque las nostalgias en mis dedos.

No soporto la nececidad de ti
los besos en el correo son desesperantes
las voces de la ausencia ya no son discretas
y el morbo me recuerda que estoy vivo.

La oscilación de tu cuerpo
en el espacio que nos contiene
desequilibra la incertidumbre
y el ser y estar... son niños distraídos en clases.

He dejado las decisiones al absurdo
me arrastro lejos de ti
me arrastro cerca de ti
le hago fiestas a mis cenizas
les doy la oportunidad de que me engañen con tu soledad.

Se que mi cuna fue anclada a tu futuro
que mis pies bifurcan el camino
que mi indecisión decide en tu persona
que ante mis ojos eres desnuda con ropa de invierno.

Mi ausencia en mi
es debida a una mudanza
una peregrinación de mi desnutrida esencia
que opto por vivir en tu calidez.

En mi, yo mismo no puedo sobrevivir
es tan fácil cansarse de soportar mi esqueleto.

Pero la procesión tiene que culminar
el inquilino tendrá que perderse en el desierto
los idealistas no saben el camino a casa
nadie en ella considera su retorno.

No, no es correcto usurpar un castillo
los nómadas son indignos de ellos
no importa si este tiene tu escudo
teminaras volviéndolo ruinas.

J. A. Meléndez S.